Un hemograma es una de las pruebas de laboratorio más comunes. Tras la extracción de sangre, se evalúan los elementos celulares que están presentes en la sangre. Sus aplicaciones son muy amplias, ya que sirven para identificar patologías y trastornos tales como:
Anemia
Alteraciones en la forma y composición de los glóbulos
Procesos proliferativos anormales como la policitemia vera (glóbulos rojos), las leucemias (glóbulos blancos) o la trombocitemia primaria (plaquetas)
Infecciones
Disminución del número de plaquetas
Un hemograma básico mide los siguientes factores:
Número de glóbulos rojos
Número de glóbulos blancos
Hemoglobina
Hematocrito
Volumen corpuscular medio
Concentración de hemoglobina corpuscular media
Plaquetas
Fórmula leucocitaria (5 poblaciones)
Es la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular dentro de un determinado plazo de tiempo y esto va a depender fundamentalmente del número de factores de riesgo que estén presente cada paciente.
Los factores de riesgo se clasifican en 2 grandes grupos: factores modificables, es decir, que podemos intervenir para evitarlos; y factores no modificables, los que no podemos intervenir.
Edad
Sexo
Raza
Antecedentes familiares
Hipertensión arterial
Aumento del colesterol
Síndrome Metabólico y Diabetes
Sobrepeso y obesidad
Tabaquismo
Sedentarismo
Abuso de alcohol
Ansiedad y estrés
Los cuatro primeros factores, por lo general se asocian a lo que en Medicina se llama Síndrome Metabólico. Junto con el tabaco, son los factores de riesgo modificables más importantes sobre los que podemos actuar y el hecho de coincidir en una misma persona varios factores de riesgo aunque sea de forma mínima, el riesgo se multiplica de forma exponencial.
Por todo ello, es necesario tratar todos y cada uno de los factores de riesgo que están presentes para que el riesgo disminuya.
El síndrome metabólico se da cuando en un paciente coincides al menos 3 de los siguientes factores:
Obesidad abdominal.
Trastorno de los lípidos en sangre (colesterol-HDL bajo y aumento de la concentración de triglicéridos).
Alteración del manejo de la glucosa (glucosa alta).
Aumento de la presión arterial.
Padecer Síndrome metabólico aumenta en 5 veces la aparición de diabetes tipo 2 y de 2 a 3 veces el riesgo cardiovascular. Por ejemplo, los hipertensos con síndrome metabólico tienen un riesgo cardiovascular casi el doble del que tienen los hipertensos sin él y a día de hoy, se está convirtiendo en uno de los principales problemas de Salud Pública del siglo XXI.
La enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad en las mujeres.
Una mujer tiene un 50% de probabilidad de morir de su primer ataque cardíaco comparado con el 30% de los hombres.
De las personas que sobreviven a su primer ataque cardíaco, el 38% de las mujeres morirán en el primer año en comparación con el 25% de los hombres.
El 46% de las mujeres quedan incapacitadas por una insuficiencia cardíaca después de un infarto comparado con el 22% de los hombres.